Un negro estampado

Después del jaleo que tuvo lugar la semana pasada con la mentada tira de estampillas del memín, y en el caso Servicio Postal Mexicano vs. Jesse Jackson y agencias pro-negros, es cuando se puede ver con un poco más de objetividad el asunto en cuestión.

-En primer lugar, y siendo ésta serie la segunda que honraba a las historietas.... la neta preferiría haber comprado la primera serie, que tenía a la familia Burrón.

-El mono en cuestión SÍ es políticamente incorrecto. Es un simio caricaturizado: calvo, cabeza alargada, trompudo, orejas de chimpancé. Por supuesto que lleva un mensaje de burla a los negros! Al menos en esta época ese tipo de dibujos no se interpretan bien.

-La autora alguna vez declaró que se inspiró "en los niños negros que viven en Cuba." Bueno, si consideramos que la población negra es sólo el 11% del total de cuba, y los blancos un 37%... tal vez se le hicieron curiosos. Cierto, la población mulata es 51%, pero su tonalidad va de la morena clara a la café oscura, sin caer en negro-memín.

-En el mentado cómic, sólo el memín es café o negro. Hay un niño rico (rubio, but of course), algunos medios y pobres; pero todos ellos, y el resto de la clase... son de tez y rasgos blancos. Para resaltar más al memín, acaso?

-Claro que en un país como éste, donde los negros entran en la categoría de 'otros' en los grupos étnicos (y representan el 1% o menos del total), pues claro que son algo chistoso o raro! Nombre usted a los negros puros que conozca... llegan a 10 acaso?

-Que este país no es racista? JA! y qué me dice de un cantante como Johny Laboriel, que tiene que hacer chistes a costa de su color de piel o de su trompa para ser gracioso? (por cierto, los únicos chistes que siempre hace). Qué tal un Zamorita que tiene que reírse también de su color de piel para entrar dentro de lo gracioso? No hablaremos de Kalimba, cuyo clon Lenny Kravitz le copia la forma de cantar, vestir y actuar...

-Cómo va a acabar esta aburrida historia?

1. Los negros americanos intentan hacer un boicot, pero los blancos, hispanos y asiáticos no les siguen la corriente, así que no logran su objetivo.
2. La gente, después que ya agotó la serie de timbres postales, va a mandar cartas a USA con timbres de Memín (los que se creen rebeldes); o bien los van a guardar y arrumbar en algún cajón (los intentos de coleccionistas); o algunos ingenuos los tratarán de vender por e-bay o similares, pero claro, si hay tanto timbres en venta.. no van a tener grandes ganancias.
3. Se reimprime la serie de historietas del memín, la gente compra el primer número y agota el tiraje. Pero claro, después de ver lo aburrida y cursi que es la historia (créanme, lo digo con conocimiento de causa), en un mes ya nadie comprará la historieta y va a salir de circulación sin que nadie se dé cuenta.
4. Finalmente, la siuiente serie de timbres postales traerá a Capulina, el Libro Vaquero o Trino (ojalá que tenga a éste último), y como no levantarán ámpula, a nadie le va a importar... hasta que saquen la de Rarotonga, y las feministas afroamericanas protesten por actitudes sexistas del Servicio Postal Mexicano... y tienen razón: las mujeres negras no son así.

Basta con ver a Missy Elliot....